- Seflocks -

Invitado

Bueno antes de colgar la historia me gustaria comentar que no tenia muy claro lo de publicar la historia, porque no se si la voy a continuar... pero he pensado que no estaria mal colgar alguna historia de vez en cuando, y si gusta seguire escribeindo y si no... pues nada.. ahi se quedara la cosa...

SeFlocKs

Abrí los ojos y no sabia donde estaba. El lugar era húmedo y oscuro. Mis ropas eran diferentes y me notaba extraña, notaba que tenia algo en la espalda, algo que podía mover a mi voluntad y que pesaba bastante, pero no me molestaba.
Pude ver que estaba en una sala y que al fondo de esta había un espejo a tamaño real. Cuando vi mi reflejo me quede paralizada. Mi pelo había cambiado de color, ya no era negro como el carbón, sino que ahora era blanco. Su longitud no había cambiado. Mis ojos también habían cambiado, mis pupilas se habían rasgado, como las de los gatos, y su color también había cambiado, antes eran marrones, pero ahora eran azules. Pero lo que más me llamó la atención fueron las enormes alas de murciélago que tenía en la espalda.

Unas horas antes…

Había pasado una tarde perfecta junto con mis amigas. Acabábamos de ver la última película del Señor de los Anillos y habíamos cenado en un bufete libre de pasta.
Regresamos en autobús y como no... Yo era la última que se bajaba de él.
Cuando llegó mi parada y me baje del autobús decidí tomar un atajo por el que no solía ir por lo oscuro que era.
Caminé con prudencia y a paso rápido. Tenía que estar en casa de mi abuela Sara a las once y media y ya eran las once y veinticinco, y todavía me aguardaba un camino de diez minutos. Por lo que apreté el paso aún más.
Mientras iba por una parte del camino que estaba mas oscura de lo normal vi a un chico un tanto extraño escondido en un rincón vigilándome, hice caso omiso a su presencia y continué con mi camino.
Cuando me alejé del muchacho y llegue a un tramo bien iluminado todo comenzó a darme vueltas y la calle empezaba a oscurecerse, mi espalda se estaba arqueando y acto seguido perdí el conocimiento.

Bueno si agrada seguire colgando el resto.... que aunque no es mucho es algo.. ^^

Tema: Re: - Seflocks - Sáb Ene 31, 2009 11:48 am

Fantastico!!!!!!!!

Sigue escribiendo Xusi!!!!!!!!!!

Invitado

Gracias Bells ^^ pues aqui dejo un poquillo... aun me queda un poco escrito pero se queda un poco raro si lo dejo como esta... cuando añada algo mas lo cuelgo!!! Wink

Ahora…

No podía dar crédito a lo que veían mis ojos...
Al otro lado de la sala había una puerta que se reflejaba en el espejo, ésta se fue abriendo poco a poco y me vino un aroma muy familiar. Por la puerta apareció aquel muchacho que vi en la calle. Me puse a la defensiva con las alas extendidas.
- ¿Quién eres? – dije casi en un gruñido - ¿qué quieres de mí? ¿qué me has hecho?
- Ely tranquila – dijo el muchacho tranquilamente – Soy Jack, no voy a hacerte nada ni te lo he hecho.
- ¿Y entonces qué es lo que me ha pasado? – dije calmándome un poco.
- Lo único que te ha sucedido es que has descubierto lo que eres de verdad – dijo acercándose lentamente a mi posición.
- ¿Cómo que lo que soy?, ¿y qué es lo que se supone que soy?
Jack estaba ya a pocos pasos de mi posición y me percaté de que él era igual que yo, pero su pelo no era blanco como el mío, sino que era naranja cobrizo y sus ojos eran verdes. Llevaba el pelo un poco largo escondiendo sus orejas. Hubo un ruido que hizo que se girara bruscamente dejando al descubierto sus orejas puntiagudas. De inmediato me gire para mirarme en el espejo para comprobar si mis orejas eran iguales y por supuesto mis orejas también eran puntiagudas...
La mano de Jack se posó en mi hombro.
- Eres... bueno, somos Seflocks, los seres de la noche...
En cuanto dijo eso caí al suelo de rodillas sollozando y con la cara escondida entre las manos.
- ¿Qué te sucede Ely? – me preguntó preocupado.
- Nada... - dije como pude entre sollozos
- Pero...
- ¡Vete! – Le dije gritando - ¡Déjame sola!
Jack quitó la mano de mi hombro y se marchó.

- ¿Ves?, te dije que no era el momento adecuado Jack – dijo una voz femenina que me resultaba muy familiar.
- Lo siento Nana... – dijo Jack desolado – pero no podía soportar ver el gesto de duda que tenia en la cara...
- Ya se que no quieres que le pase a nadie lo que te paso a ti cielo, pero no has de ser imprudente... – dijo nana con voz dulce – Ahora vete a descansar, que has de estar agotado...
Oí como toda la conversación con atención, me sequé las lágrimas al oír la puerta cerrarse y unos pasos ir a mi posición. Miré al espejo y vi que la mujer a la que Jack llamaba nana era mi abuela Sara.
- ¿Abuela?- dije sorprendida y girándome para mirarla – Abuela ¿eres tu?
- Si cariño mío si...- dijo mientras me abrazaba y acercaba mi cabeza a su pecho. Me estuvo acariciando el pelo suavemente como cuando era pequeña después del prematuro fallecimiento de mis padres.
Me separé de ella y le miré a los ojos fijamente.
- Abuela, ¿qué es lo que me ha pasado? ¿Por qué tengo estas alas? – le pregunté estirándolas.
- Mi niña, te queda mucho por aprender... – dijo mi abuela de modo tranquilizador.
- Ya lo se abuela, pero ¿por qué me ha ocurrido esto?
- Mi niña, lo que ha ocurrido es que has llegado a la madurez y has alcanzad tu verdadera forma – Dijo lentamente mientras me volvía abrazar – El porqué no lo se, ya que todavía te faltaban unos años para completar la madurez, suerte que mande a Jack para que vigilara que regresabas bien a casa, que sino no se que te podrían estar haciendo en estos momentos... – dijo mi abuela desolada.

Estuve toda la noche con Jack aprendiendo cómo ocultar las alas que tenía a la espalda.
Al amanecer logré ocultarlas y Jack se quedó impresionado.
- ¿Cómo lo has hecho? – Preguntó con los ojos abiertos como platos.
- ¿Hacer el qué? – pregunté sonriendo
- Lo de aprender a ocultar las alas tan rápido...
- No lo se, ¿no es normal? – Pregunte.
- La verdad es que se suele tardar una semana en conseguirlo completamente – dijo aún sorprendido.
No sabía que responderle, ya que no sabía cómo tomarme aquello.
- Pero me alegro, así ahorraremos tiempo – dijo con una sonrisa

Jack me estuvo explicando que habilidades teníamos los de nuestra especie. Podíamos correr a grandes velocidades, volar a grandes alturas, ver en la mayor y absoluta oscuridad...
Hicimos una pausa para comer algo, pero la comida no me saciaba el apetito por completo, entonces Jack sacó un termo y me sirvió un baso de un líquido de color extraño. Me lo bebí y estaba bastante sabroso y caliente...
- ¿Qué es? – me atreví a preguntarle después de terminarme el baso.
- Sangre de oso... – dijo mientras guardaba el termo.
Miré el baso ya vacío y note que mi apetito ya estaba saciado.
- ¿Pero como...? – dije incrédula
- ¿Qué pasa? – dijo Jack extrañado
- ¿Cómo me he podido tomar eso? – dije asqueada
- Pues así – dijo Jack haciendo como si bebiera de un baso
- Ya se cómo se bebe, no nací ayer...- dije frunciendo el ceño – lo que quería decir es que ¿Cómo no me he dado cuenta de que era eso? – dije pensativa
- Pues por la sed, yo cuando completé mi madurez estaba solo y perdido en el bosque, y di gracias al cielo de que así fuera, y cuando me quede en esta forma paso un pobre animalillo por mi lado y me lo comí entero... – dijo con voz seria.
- ¡No me digas esas cosas! – le dije dándole un empujoncito en el brazo
- ¿Porqué no?, si fue lo que me paso de verdad...
Le mire fijamente a los ojos y pude ver en ellos la sinceridad.
- Vale te creeré... - dije desviando la mirada
- Gracias... – dijo levantándose del suelo – Bueno vamos que te enseñe a volar – dijo sonriendo
- ¿A volar? – dije un poco asustada, ya que me daban miedo las alturas
- ¿Qué sucede? – preguntó extrañado
- Que... esto... – tartamudeé – que las alturas me dan miedo... – dije mirando al suelo avergonzada.
- Eso es porque no has probado volar por ti misma... eso nos pasa a todos al principio – dijo con una sonrisa alentadora tendiéndome la mano – Ya veras como es increíble...
Miré su mano y después a él. Su sonrisa me infundía el valor suficiente como para confiar en sus palabras, por lo que le cogí de la mano con firmeza y le seguí.
Aprender a volar fue más fácil, todo era mental. Simplemente tenía que desear alzarme en vuelo y mis alas se movían solas.

Tema: Re: - Seflocks - Sáb Ene 31, 2009 5:09 pm

¡Esa Xusi esa Xusi eh eh!

Invitado

Gracias.... Embarassed

Bueno continuo un poquillo ^^

Volar junto a Jack fue increíble, la perspectiva desde el cielo era increíble, y mas aun lo era cuando la vista alcanzaba a ver cosas que nunca me había imaginado poder captar desde es tipo de alturas...
- Waw... ¡ha sido increíble! – dije mientras ponía los pies en el suelo después de haber estado unas pocas horas dando vueltas por el bosque volando.
- Emm... esto... ¿Cómo se dice...? emm... ¡Te lo dije! – dijo cachondeándose.
- ¡Vale, vale! ¡tenías razón sabelotodo! – dije riéndome.
- Es lo que tiene la edad... cuanto mas edad tienes mas sabiduría consigues...- dijo con aires de superioridad.
Le miré de arriba abajo extrañada - ¿Qué edad? si tu no tendrás muchos años mas que yo... – dije riéndome
- Las apariencias engañan Ely... – dijo sonriente
- ¿Qué quieres decir con eso?- pregunté mientras ocultaba las alas para poder moverme con mayor agilidad.
- Pues que tengo muchos mas años de los que piensas... – dijo ocultando las alas.
- ¿Qué edad tienes? – pregunté intrigada
- En total... si no recuerdo mal... son 109 años... – dijo pensativo
- ¿Cómo puede ser eso?, si tan solo aparentas tener 19 años... – pregunté incrédula
- Porque una vez que llegas a la madurez tu cuerpo deja de crecer y te vuelves inmortal...
- Pero mi abuela... – dije sin comprenderlo del todo
- Tu abuela es una de los pocos Seflocks que han logrado regresar a la mortalidad
- ¿Y cómo se hace eso? – pregunté aún mas intrigada
- Se consigue estando todos los años que has estado viviendo como humana con las alas ocultadas – Jack vio en mi rostro la incomprensión, por lo que intentó explicármelo de otro modo – por ejemplo tú con tus diecisiete años que tienes deberías estar otros diecisiete con las alas ocultadas sin sacarlas a la luz ni un solo segundo para que la mortalidad regresara a tu vida.
- Comprendo... – dije pensativa
- Bueno dejémonos de cháchara que está oscureciendo y Nana debe estar preocupada – Dijo seriamente pero con una sonrisa en la cara mirando al horizonte.
- Vale vayámonos – dije emprendiendo camino.

Entonces noté cómo la mano de Jack me frenaba y me hizo un gesto para que guardara silencio.
Me quedé quieta como una estatua y mis sentidos se agudizaron de golpe. Había alguien rondando por los bosques y no parecía ser de confianza.
- Espérame aquí Ely – dijo Jack seriamente antes de desaparecer súbitamente.
- De acuerdo… - dije cuando desapareció entre susurros.

Pasaron los minutos y Jack no aparecía, empezaba a preocuparme ya hacían diez minutos que había desaparecido entre los árboles. No me lo pensé dos veces y me puse a olfatear el ambiente hasta encontrar el rastro de Jack. Lo seguí silenciosamente palpando el terreno, entonces vi a Jack tirado en el suelo malherido…
- ¡Jack! – Grite Mientras me acercaba a él corriendo – Jack ¿Qué te ha pasado? – dije poniéndome de rodillas al lado de su cabeza y apoyándola en mis piernas.
- ¿Ely? – dijo Jack entre susurros mientras intentaba abrir los ojos.
- Si soy yo Jack, ahora no malgastes energías vamos corriendo con mi abuela – dije mas seria que nunca mientras extendía las alas y cogía a Jack en brazos mientras emprendía el vuelo.

Llegamos en poco tiempo a la casa de mi abuela sin que nos viera nadie.
- ¡Abuela! ¡Abuela! ¿Dónde estas? – gritaba mientras pasaba por la puerta de casa mientras recogía las alas con Jack en brazos.
- ¿Qué pasa cariño? ¿Porque este griterío? – dijo mi abuela mientras aparecía desde la cocina.
Cuando me vio con Jack en brazos se quedó pálida.
- Sígueme – dijo seriamente – Tumba a Jack en la cama – dijo mi abuela mientras entrábamos en mi habitación – Lo siento cariño, pero es la habitación mas grande de la casa…
- De acuerdo, si no pasa nada… - dije mientras dejaba a Jack encima de la cama, que por cierto ahora la veía un poco mas grande – Oye abuela, mi cama ha crecido o es que necesito revisarme la vista?...
- Cariño ahora no hay tiempo de explicaciones, déjame sola mientras curo la heridas de Jack.
- Vale, vale… - dije mientras abría el armario y sacaba un par de prendas para cambiarme de ropa – Si necesitas ayuda estoy en la ducha abuela.
- Gracias tesoro, pero me vasto yo sola
- Vale…- dije antes de desaparecer por la puerta

Mientras me duchaba no me podía quitar de la cabeza la imagen de Jack en el bosque. ¿Qué había sucedido mientras estaba esperándole?
Después de haberme dado esa ducha “relajante” con el pelo recogido en un moño mal hecho fui a ver como estaba Jack.
Abrí la puerta lentamente y vi que estaba durmiendo. Me acerque a la cama con un puf que tenia en la habitación y me quedé allí sentada vigilando su sueño. Pero fui una mala vigilante, puesto que me quede dormida al poco.

Bueno.. ya no me queda nada mas... seguire escribiendo (cuando me llame el lapiz... xD)

Cuantas mas criticas mejor, asi podre corregir tooooooooooooooooooooooooooooodos mis fallos (que son muchos... u.u) jeje muchos besos!!!